El lema de la iniciativa era ‘Experimentar la historia y el sistema político de Alemania’

La Coordinadora del Movimiento Asociativo en Alemania organizó un viaje socio-político con 25 jóvenes a Nuremberg

La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania ha invitado este año a 25 jóvenes de distintas nacionalidades que residen en Renania del Norte-Westfalia a ser parte de un viaje socio-político, cuyo lema era ‘Experimentar la historia y el sistema político de Alemania’. 

La Coordinadora del Movimiento Asociativo en Alemania organizó un viaje socio-político con 25 jóvenes a Nuremberg
Foto de grupo_Palacio de Congresos del partido nazi
Los jóvenes participantes en el viaje, ante el Palacio de Congreso del Partido Nazi.

La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania ha invitado este año a 25 jóvenes de distintas nacionalidades que residen en Renania del Norte-Westfalia a ser parte de un viaje socio-político, cuyo lema era ‘Experimentar la historia y el sistema político de Alemania’. El destino elegido en esta oportunidad fue Nuremberg, incluyendo el Tribunal donde se celebraron los reconocidos juicios de Nuremberg y al antiguo Palacio de Congresos del Partido Nacionalsocialista. La actividad tuvo lugar el fin de semana del 14 al 16 de junio.

El recorrido comenzó en el Memorial de los Juicios de Nuremberg. Allí se realizó una visita guiada en alemán, que culminó en la sala del tribunal. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, del 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946, el Tribunal Militar Internacional celebró sesión en la Sala 600 del Palacio de Justicia de Nuremberg. Los jueces de las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos) presidieron las audiencias. Este proceso fue considerado como uno de los más importantes de la historia, ya que en él se juzgó a los antiguos líderes nazis. La acusación a la que debieron responder se basaba en cuatro cargos: 1.

crímenes contra la paz (planear, instigar y librar guerras de agresión violando los acuerdos y tratados internacionales); 2. crímenes contra la humanidad (exterminio, deportaciones y genocidio); 3. crímenes de guerra (violación de las leyes de guerra); y 4. “haber planeado y conspirado para cometer” los actos criminales anteriormente mencionados. Fue Robert H. Jackson, quien llevó adelante la organización de los juicios, el que sugirió a la ciudad de Nuremberg como localidad del tribunal, debido a que era esta la única ciudad que disponía de un palacio de justicia con suficiente espacio y el cual solamente había sido dañado levemente durante los bombardeos de la guerra. En 216 días de proceso fueron presentadas las declaraciones de 360 testigos. Asimismo, se precisó de la colaboración de más de 1.000 empleados en el tribunal (personal para las interrogaciones, intérpretes, traductores, secretarios, etc.) Tres perpetradores claves dieron evidencia directamente relacionada al Holocausto: Hermann Goering, el oficial más importante del Estado Nazi, testificó abiertamente sobre la persecución de los judíos alemanes desde el ascenso al poder del partido nazi en 1933 hasta el estallido de la guerra en 1939; Otto Ohlendorf declaró que su grupo de trabajo asesinó a 90.000 judíos en el sur de Ucrania en 1941; y el comandante de Auschwitz, Rudolf Hess, testificó francamente sobre el gaseamiento de más de un millón de judíos en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau durante la guerra. Los tres afirmaron que llevaron a cabo las órdenes legítimas del estado. El 30 de septiembre y el 1 de octubre de 1946 fueron dictadas las sentencias: 3 sentencias absolutorias, 12 sentencias a pena de muerte, 7 sentenciados en parte a cadena perpetua, en parte a prisión. Los juicios de Nuremberg pasaron a la historia como el fin de la barbarie humana y el comienzo de una paz duradera apoyada por un orden internacional que no volviese a permitir la repetición de los hechos vividos durante la Segunda Guerra Mundial.

Luego, los jóvenes visitaron las instalaciones del Centro Español de Nuremberg y durante el almuerzo participaron en la fiesta de verano que ofrecía el centro, donde pudieron apreciar bailes típicos y disfrutar de la gastronomía española. El Centro Español ofrece clases de diversos tipos de baile, para los que cuenta con salas especialmente equipadas para tal fin. Asimismo, brinda cursos de conversación en español y también posee una amplia sala donde se realizan encuentros, ya sea para jugar a las cartas u otros juegos de mesa o simplemente compartir una charla.

La actividad continuó con otra visita guiada, en esta oportunidad al antiguo Palacio de Congresos del Partido Nacionalsocialista (ehemaliges Reichsparteitagsgelände). En una caminata de aproximadamente dos horas, los participantes recorrieron la sala de honor en el parque Luitpoldhain, la sala de congresos, el campo y tribuna Zeppelin y la gran explanada utilizada para desfiles militares. La visita comenzó en el parque Luitpoldhain, cuya superficie de 133,9 hectáreas perteneció a los terrenos de concentraciones del partido nazi. La antigua área de congresos del partido Nacionalsocialista es un sitio lleno de historia alemana que no debe olvidarse. Desde lejos ya puede observarse el edificio monumental y las enormes proporciones de la construcción. El interior del patio mide en el punto más ancho 240 metros. Fue planeado para albergar a 50.000 personas durante las reuniones. La construcción sería casi dos veces más grande que el Coliseo Romano y una característica especial era la construcción del techo de 70 metros de altura sobre el vestíbulo principal, que hasta el comienzo de la guerra alcanzó los 39 metros de altura, luego quedó detenida, y nunca alcanzó a terminarse la edificación. Actualmente parte del espacio es utilizado por el Centro de Documentación y la Orquesta Sinfónica de Nuremberg.

Luego, el recorrido alcanza la ‘Gran Vía’ (Große Straße im Reichsparteitagsgelände) que debía tener 60 metros de ancho y 2 kms. de largo de los cuales solo han sido completados 1,5 kms. En total han sido colocadas 60.000 losas de granito en dos colores diferentes; esto fue pensado para ayudar a las tropas que marchaban a mantener su orientación.

Continuando el camino, los participantes llegaron a la piedra angular del ‘Estadio Alemán’ (Grundstein Deutsches Stadion). Se trata de otro proyecto que el inicio de la guerra frustró y del que únicamente llegó a colocarse la primera piedra, la cual fue puesta por Hitler el 9 de septiembre de 1937. El estadio fue proyectado para acoger

hasta 400.000 espectadores, con lo que hubiera sido el estadio más grande del mundo. Sólo llegaron a realizarse las excavaciones para los cimientos. Ese gran terreno se aprovechó durante los primeros años de la posguerra para depositar los escombros de una ciudad arrasada por los bombardeos. En la parte de las excavaciones que quedó sin rellenar de escombros, se ha formado con los años un pequeño lago, el Silbersee, cuyas aguas se encuentran contaminadas por los restos de los elementos incendiarios y explosivos que se mezclan con los escombros de la ciudad yacientes junto a él.

Al seguir el camino posterior, los participantes llegaron al campo

‘Zeppelin’, lugar que adoptó dicho nombre como consecuencia del uso que se le daba como campo de aterrizaje de zepelines, después de que en 1909 aterrizara el primero. A partir de 1933, el terreno fue usado durante los congresos como zona de concentración y de demostraciones militares. Los espectadores estaban inicialmente sentados en tribunas de madera hasta que en 1935 comenzaron las obras de la tribuna principal, con un estrado central para Hitler. Hasta 200.000 personas podían participar aquí en los eventos nacionalsocialistas en una superficie interior de 312 m x 285 m.

El lugar estremece no solo desde su importancia histórica, sino también desde lo imponente de su estructura y las dimensiones de cada construcción. Los participantes se sintieron movilizados e interesados a conocer más acerca de la historia del país en el que ahora residen y coincidieron en que este viaje fue una excelente oportunidad de continuar aprendiendo más acerca de la cultura

alemana. La Coordinadora Federal, por su parte, es consciente de la necesidad de información y conocimiento socio-político de los jóvenes autóctonos y de origen migratorio en Alemania y seguirá apoyando en el futuro diversas actividades de esta índole.

Para más información, los interesados pueden contactar con: Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en la RFA, Hindenburgstraße 1 – 42853 Remscheid, tlfo.: 02191-421531, email: [email protected].