Un desalojo violento de una ocupación campesina dejó 37 muertos

Conmemoran en Guatemala los 37 años de la masacre ocurrida en la Embajada de España en este país

Decenas de indígenas y activistas de derechos humanos conmemoraron este martes los 37 años de la masacre ocurrida en la Embajada de España en Guatemala, donde el desalojo violento por las fuerzas de seguridad de una ocupación campesina desató un incendio que dejó 37 muertos.

Conmemoran en Guatemala los 37 años de la masacre ocurrida en la Embajada de España en este país

Decenas de indígenas y activistas de derechos humanos conmemoraron este martes los 37 años de la masacre ocurrida en la Embajada de España en Guatemala, donde el desalojo violento por las fuerzas de seguridad de una ocupación campesina desató un incendio que dejó 37 muertos.

Frente al sitio donde estaba la sede diplomática, en el sur de la capital, los participantes de la conmemoración realizaron una ceremonia maya con un altar de fuego alimentado por velas, flores y resinas de árbol.

“Son 37 años de la masacre ocurrida en este espacio y para nosotros tiene un gran simbolismo, queremos mantener viva esta fecha”, dijo Daniel Pascual, coordinador del Comité de Unidad Campesina (CUC), una de las organizaciones a cargo del acto para recordar la matanza considerada como una de las más atroces de la guerra civil (1960-1996).

El dirigente señaló que los indígenas y campesinos, apoyados por universitarios, ocuparon la Embajada española para denunciar vejámenes y represión en comunidades del noroeste del país, principalmente por el ejército que mantenía un conflicto interno con guerrillas de izquierda. Para desalojarlos, militares y policías irrumpieron en la embajada desatando un incendio.

Entre las víctimas figura Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú; el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol; el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres y el excanciller guatemalteco Adolfo Molina.

Solamente sobrevivió el entonces embajador español, Máximo Cajal, fallecido en 2014, mientras que el único de los ocupantes indígenas rescatado con vida, Gregorio Yujá, fue posteriormente secuestrado del hospital y su cadáver lanzado en el campus de la estatal Universidad de San Carlos.

En 2015, un tribunal condenó a 90 años de prisión a Pedro García Arredondo, exjefe de la desaparecida Policía Nacional, por la matanza.

Pascual consideró insuficiente la condena porque se cree que la orden de atacar la embajada fue hecha por el entonces presidente Romeo Lucas (1978-1982), fallecido en Venezuela. “Es una justicia a medias”, lamentó el dirigente del CUC.