MUESTRA SU PREOCUPACIóN POR LA ACTITUD DEL MINISTERIO QUE CALIFICA DE “UNILATERAL Y RíGIDA”

La Comisión de Asuntos Educativos y Culturales exige que se restablezcan las tres horas de clases presenciales en las ALCE

La Comisión de Asuntos Educativos y Culturales del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), reunida el pasado mes de junio en Madrid, exige al Ministerio de Educación el “restablecimiento de las tres horas de clases presenciales” en las Aulas de Lengua y Cultura Española (ALCE), que han sido sustituidas en el curso 2013-2014 por un modelo semipresencial que conlleva la “pérdida de calidad de la enseñanza destinada a los hijos de los emigrantes”.

La Comisión de Asuntos Educativos y Culturales exige que se restablezcan las tres horas de clases presenciales en las ALCE
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Un momento de la intervención de Yolanda Gómez en la Comisión de Asuntos Educativos.

La Comisión de Asuntos Educativos y Culturales del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), reunida el pasado mes de junio en Madrid, exige al Ministerio de Educación el “restablecimiento de las tres horas de clases presenciales” en las Aulas de Lengua y Cultura Española (ALCE), que han sido sustituidas en el curso 2013-2014 por un modelo semipresencial que conlleva la “pérdida de calidad de la enseñanza destinada a los hijos de los emigrantes”. Así se recoge en un comunicado emitido por los integrantes de dicha comisión, en el que denuncian “la actuación unilateral y rígida” del Ministerio respecto a un asunto que “ha generado un clima de desconfianza en la comunidad educativa del exterior”, aseguran. Así mismo, califican de “intimidatoria” una carta enviada a los profesores para que no respondan a una encuesta, impulsada por la plataforma Realce, orientada a conocer la calidad y el grado de satisfacción con el modelo semipresencial.  

El resultado de la implantación del nuevo sistema para el aprendizaje de la lengua española, “frente a la mejora del programa prometida por el Ministerio”, se traduce en la exclusión del programa ALCE de algunos niños “por carecer éstos de medios técnicos, lo que constituye una discriminación que no se daba con el anterior sistema”, se asegura en el comunicado.

Así mismo, con el nuevo modelo, “no se da respuesta a las familias en las que los padres no pueden tutorizar a sus hijos porque carecen de competencias digitales, lingüísticas y culturales necesaria” y “se obliga a los padres a asumir el rol del profesor, no fomentando el aprendizaje autónomo de los alumnos”, apuntan.

También “se detectan problemas técnicos, se utilizan contenidos no apropiados para el nivel A1 y se proponen actividades didácticas que no siempre son de buena calidad”, asegura el comunicado, que matiza que “se presenta un vocabulario inadecuado e incorrecciones ortográficas” y “se expone a los alumnos a un entorno digital inseguro, con el riesgo de que accedan a materiales inapropiados como pornografía, juegos violentos, etcétera”.

No obstante, la Comisión de Asuntos Educativos y Culturales del CGCEE se muestra favorable a “la creación de una plataforma digital de recursos educativos y culturales de carácter no obligatorio, de apoyo al aprendizaje, coherente con el currículum de cada nivel” y “se ratifica en la Resolución del Pleno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior de junio de 2013”.

Por ello, exige, además del restablecimiento de las tres horas presenciales de clase, que se suspendan las ‘Instrucciones para la planificación de los cursos 2013-2014 y 2014-2015’; la convocatoria de una mesa de negociación con las partes implicadas y representantes de la comunidad educativa, como son los sindicatos, alumnos y AMPAS, y ‘la atención a las sugerencias de los órganos de participación de la Ciudadanía Española en el Exterior –Asociaciones, CRE y CGCEE– en materia de lengua y cultura españolas.

La Comisión de Asuntos Educativos y Culturales considera que “España es un país de emigrantes” y que es por ese motivo que la “diáspora no debe perder el contacto con sus raíces culturales ni lingüísticas”. Por ello, “ para mantener una ciudadanía española en el exterior orgullosa de su cultura, de su lengua, de su identidad y de su país,  la Comisión de Asuntos Educativos y Culturales cree imprescindible apoyar las ALCE”, ya que, “de lo contrario, la ciudadanía española en el exterior se desconectará de sus orígenes, con los perjuicios que ello supone en términos económicos, culturales, lingüísticos y de proyección internacional”, concluye.