Unos 5.000 investigadores españoles están en universidades y empresas de ese país

Los científicos españoles en Reino Unido confían en un Brexit lo más blando posible

Con el Brexit como telón de fondo, una nutrida representación de científicos españoles que desarrollan su carrera en Reino Unido ha debatido hoy en la Fundación Ramón Areces sobre la situación que están viviendo.

Los científicos españoles en Reino Unido confían en un Brexit lo más blando posible
Investigadores españoles-Fundación Areces
Un momento de la jornada organizada por la Fundación Ramón Areces.

Con el Brexit como telón de fondo, una nutrida representación de científicos españoles que desarrollan su carrera en Reino Unido ha debatido hoy en la Fundación Ramón Areces sobre la situación que están viviendo. "Es imperativo que, cuanto antes, se concreten las garantías ofrecidas sobre los derechos de los ciudadanos europeos residentes en Reino Unido y se establezcan acciones que mantengan y favorezcan la colaboración en investigación entre Reino Unido y otros países europeos”. Así lo ha expresado Estrella Luna, investigadora de la Universidad de Sheffield y presidenta de la Sociedad de Científicos Españoles en el Reino Unido (CERU). Esta comunidad ha organizado junto con la Fundación Ramón Areces y en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) el taller ‘La carrera investigadora y otras profesiones científicas en Reino Unido’. La mayoría de los participantes han destacado cómo la incertidumbre aumenta, al tiempo que confían en que el Brexit afecte lo menos posible a la excelencia investigadora del Reino Unido.

“La incertidumbre está haciendo que proyectos de desarrollo estratégico de algunas universidades se hayan quedado en pausa por una posible crisis económica en los próximos años”, ha añadido la presidenta de CERU. Esta sociedad acaba de cumplir su quinto aniversario, fue pionera entre las asociaciones de científicos españoles en el exterior y cuenta con más de 700 socios. Según ha indicado Luna, las negociaciones para la salida de la UE ya están teniendo sus primeros efectos. “Algunos programas de financiación británicos han recibido este año casi el doble de solicitudes que en otras ocasiones. Esto puede ser debido a que los investigadores en Reino Unido hayan apostado por fuentes de financiación nacional robustas que no se vean interrumpidas en unos años cuando el país salga de la UE”, ha comentado. 

Según una encuesta llevada a cabo por CERU, más del 30% de estos investigadores españoles en Reino Unido han decidido cambiar sus planes futuros después del resultado del referéndum sobre el Brexit. El 43% de ellos asegura que abandonaría el Reino Unido si no se ofreciera urgentemente seguridad a los ciudadanos de la UE que ya se encuentran en ese país. Además, esa encuesta ha permitido conocer que más del 70% de los miembros de CERU no cumplen las condiciones para solicitar la tarjeta de Residencia Permanente o desconocen el proceso para solicitarla. En el caso de que finalmente tuvieran que abandonar Reino Unido, más del 30% volvería a España, el 60% se trasladaría a otro Estado miembro de la UE y el 10% saldría del viejo continente.

Para la agregada en Ciencia e Innovación en la Embajada británica en España, Sara Cebrián, “en el proceso de salida de la Unión Europea, uno de los objetivos prioritarios del gobierno británico es alcanzar el mejor acuerdo posible en ciencia e innovación”. “Un acuerdo único, que garantice que la excelente colaboración científica con nuestros socios europeos no sólo continúe, sino que se vea reforzada y crezca cada vez más”, ha añadido en la Fundación Ramón Areces.

Experiencias personales

Sin embargo, la mayoría de los investigadores que han participado en esta jornada se muestran esperanzados en que el Brexit sea lo más blando y suave posible. Alejandra Sel, investigadora principal en la Universidad de Oxford, ve “imposible que en el tiempo acordado creen leyes nuevas que sustituyan las europeas”. Esta investigadora cree que la política migratoria y las condiciones económicas empeorarán ligeramente y expresa su deseo de, dadas las circunstancias, intentar lograr un “soft Brexit”, aunque el curso de las negociaciones parece apuntar a que esto no va a ser así. Recuerda Sel que “Reino Unido es el país de la Unión Europea con el mayor número de becas de financiación europea concedidas (en concreto, becas ERC y Marie Curie). El gobierno del Reino Unido ha dicho que va a compensar económicamente la falta de esta financiación después del Brexit. Lamentablemente, esto es virtualmente imposible”, ha añadido. Aunque por circunstancias familiares ya no se ve fuera de Reino Unido, esta investigadora sí reconoce que el Brexit le creará problemas y trabas para su futuro profesional, al tiempo que recuerda que su actual contrato es temporal.

Una gran potencia científica

Por su parte, Miquel Costa, cofundador y director de la compañía Aglaris Ltd, que trabaja en medicina regenerativa, ha reconocido que cuando solicitan financiación a algún programa de la Unión Europea lo hacen a través de su filial española. “Desde nuestro punto de vista, creemos que al final la situación será parecida a otros países como Noruega, y por lo que se refiere a la circulación de personas, todo apunta a que no habrá ningún problema (sí más papeleo) para profesionales que cumplan ciertos requisitos”.

Coincide con otros ponentes en este taller en el alto nivel científico de Reino Unido y cómo el Brexit producirá unos años de crisis, para después recuperarse. “Sea parte de la Unión Europea o no, el Reino Unido es una potencia mundial en el sector al que nos dedicamos. En cualquier caso, ya cambiamos de país una vez y estamos dispuestos a cambiar de nuevo si después del Brexit la situación se torna desfavorable para nuestros objetivos”, ha advertido.

En este sentido, Judit García, investigadora predoctoral en la Universidad Queen Mary de Londres, ha reconocido que hasta ahora el Brexit no ha afectado a su trabajo, “quizás debido a que las negociaciones están transcurriendo muy lentamente”. “Sin embargo, creo que la incertidumbre a la que nos estamos enfrentando no beneficia al sistema científico, especialmente a la hora de establecer colaboraciones para pedir subvenciones de proyectos europeos”, ha añadido. Preguntada sobre el futuro, asegura que “muchos investigadores europeos vinieron atraídos gracias al buen sistema científico establecido en Reino Unido”. “Aunque es cierto que el Brexit podría limitar la participación en programas europeos, creo que este país seguirá siendo un país puntero en I+D, abierto al intercambio y la colaboración”, concluye.

En la misma sintonía, Sandra Esteras, gestora de colaboraciones con empresa e innovación del Imperial College London, ha afirmado que “Reino Unido tiene una larga tradición histórica de ciencia e innovación”. “Confío en que se llegue a un acuerdo que siga permitiendo la colaboración con la Unión Europea en este campo y esperemos también que en muchos otros”, ha añadido.

Apoyo público y privado 

Según han manifestado los científicos españoles que han participado en esta jornada, en algunos casos son sus empresas las que se han comprometido con los investigadores para asegurar su estancia en Reino Unido. Es el caso de Patricia Forcén, tecnóloga Sénior en Zotefoams Plc.: “La compañía para la que trabajo ha demostrado el compromiso con los empleados que somos miembros de la UE, ofreciéndonos servicios para afrontar la situación post-brexit”.

Estrella Luna, presidenta de CERU, ha confirmado que las universidades públicas también están apoyando a los investigadores. “Mi universidad ofrece ayuda para solicitar el permiso de residencia permanente y constantemente organiza jornadas informativas sobre el Brexit y las negociaciones en materia de investigación”.

En referencia a estos acuerdos, Patricia Forcén añade que “la UE se ha mostrado bastante consolidada en su decisión de no optar por una negociación sencilla, y la respuesta británica a día de hoy ha sido de espera, de sopesar sus opciones y no tomar decisiones precipitadas”. Lamenta esta investigadora que desaparezcan las posibilidades que le han permitido realizar el doctorado entre dos países y realizar estancias en empresas en distintos países.