ADE reclama también la renuncia al uso del veto en los puestos diplomáticos

La Asociación de Diplomáticos Españoles pide que todos los nombramientos internacionales sean en libre concurrencia

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), mayoritaria en este gremio, reclamó el pasado martes una reforma de la Ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior que garantice procedimientos de libre concurrencia guiados por criterios objetivos y profesionales en todos los puestos no diplomáticos en organismos internacionales, para evitar polémicas como el ‘caso Soria’.

La Asociación de Diplomáticos Españoles pide que todos los nombramientos internacionales sean en libre concurrencia

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), mayoritaria en este gremio, reclamó el pasado martes una reforma de la Ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior que garantice procedimientos de libre concurrencia guiados por criterios objetivos y profesionales en todos los puestos no diplomáticos en organismos internacionales, para evitar polémicas como el ‘caso Soria’.

En una nota de prensa, ADE reclamó también la renuncia al uso del veto en los puestos diplomáticos y el abandono del uso partidista de los mismos, todo ello por medio de una proposición no de ley que inste al Gobierno a modificar la regulación de los nombramientos en el exterior, mediante la reforma de la Ley de Acción y del Servicio Exterior del Estado, del Reglamento de la Carrera Diplomática, y de los distintos Reales Decretos que regulan los nombramientos de otros funcionarios en el exterior.

El colectivo lamenta recordar que tanto el actual Gobierno en funciones como anteriores Ejecutivos han vetado en diversas ocasiones la designación de funcionarios diplomáticos para puestos que habían sido atribuidos en procedimientos de convocatoria pública por la Junta de la Carrera Diplomática.

Al mismo tiempo, reitera su preocupación por la continuidad en la prevalencia de criterios de orden político en el nombramiento de embajadores (el último, el de José Ignacio Wert en la OCDE) pese a las promesas de que el nuevo sistema instaurado por el Reglamento de la Carrera Diplomática introduciría un procedimiento profesional y objetivo.

Por último, exige otorgar una independencia real a los funcionarios que sirven en el exterior, renunciando a los nombramientos, vetos y destituciones con motivaciones políticas.