Impulsado por la Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social

Arrancó el proyecto del ‘Libro Blanco’ de las asociaciones de la colectividad española en Argentina

La Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social anunció la puesta en marcha de un proyecto exhaustivo de investigación sobre la situación social y patrimonial de las asociaciones españolas de la República Argentina.

Arrancó el proyecto del ‘Libro Blanco’ de las asociaciones de la colectividad española en Argentina
Foto Libro blanco 1
Un momento de la intervención de Javier Sandomingo -2º por la izda.-, acompañado de José Castro, Juan Hernández y Marcelo Garabedián.

La Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social anunció la puesta en marcha de un proyecto exhaustivo de investigación sobre la situación social y patrimonial de las asociaciones españolas de la República Argentina.

Los resultados de este trabajo, que se propone conectar con todas las entidades  de la colectividad en el país, estén o no censadas, se va a plasmar en el ‘Libro Blanco’ de las  instituciones españolas, título que también da nombre al proyecto global.

El titular de la Consejería, José Castro Navas, señaló durante la presentación de la  iniciativa en el Club Español de Buenos Aires, el jueves pasado, que el objetivo central de la investigación es realizar un diagnóstico acertado que promueva el debate al interior de las casas y entre ellas, de hacia donde están yendo y hacia donde quieren ir.

Al inaugurar el encuentro, el embajador Javier Sandomingo Núñez, sostuvo que “la colectividad española necesita una puesta al día con carácter de urgencia”. “Me parece que la forma de organizarse y la forma de actuar de las asociaciones –matizó– corresponde a una época que ya no es, desgraciadamente, y para que las cosas funcionen hace falta adaptarlas”.

Sandomingo aseguró, además, que “no hay peor institución que aquella que no tiene claro para qué está; “y a mí me parece –ahondó– que hay algunas (…) que ya no tienen una función que justifique lo que hacen, ni para lo qué lo hacen”, señaló.

“El problema –avanzó– es que normalmente hay un cierto patrimonio en juego”. “Es necesario que busquéis –advirtió– una utilidad a ese patrimonio antes de que caiga  en las manos indebidas, eso que aquí llamais muy gráficamente de algún ‘vivo”.

El encargado de ahondar en los detalles más específicos de la puesta en marcha del proyecto fue el secretario general de la Consejería, Juan Hernández, quien explicó que se trata de una contribución hecha desde la administración pública “para que las propias instituciones de la colectividad puedan enfrentar un nuevo período con la certeza de que se está haciendo lo que hace falta hacer”.

Las directivas de los centros hacen, en general, grandes  esfuerzos ad honorem, y  “la idea –ahondó- es que esos esfuerzos que estén bien dirigidos hacia la supervivencia de una herencia que se recibe y que en la mayoría de los casos es más que centenaria”.

En el Club Español, Hernández reconoció que están frente al desafío de lograr que las entidades se impliquen. “Creo que a muchas asociaciones –dijo– les cuesta verbalizar sus debilidades: quizás por el temor de hacerlas más fuertes al comentarlas, pero la experiencia demuestra que sucede lo contrario y que tenemos unos mimbres muy fuertes”.

Por otra parte, indicó que “muchos de los directivos de las instituciones tienen miedo a que el día que ellos no puedan seguir soportando la carga de trabajo, las asociaciones desparezcan”; “que se dejen de pagar los impuestos y se las quede la municipalidad o que haya un vivo que se las apropie o las explote en su propio beneficio”. “No podemos soportar que esa sea la situación”, planteó.

Para Hernández, hoy se vive “una paradoja preocupante. En el momento en el que más ciudadanos españoles viven en el territorio argentino, es cuando las instituciones de la colectividad tienen más problemas para generar una transición para su propia supervivencia”.

Se trata, ahondó, de intentar revertir un círculo vicioso, para poder diseñar políticas de apoyo más eficientes desde la administración pública y de tender una mano a las casas en el replanteo de objetivos y redireccionamiento de actuaciones.

Para que el esfuerzo de resultado, “hace falta –dijo- que las entidades pierdan el temor, se impliquen, se comprometan”. “Nosotros hemos puesto en marcha la iniciativa pero son ustedes quienes la tendrán que dotar de contenido”, aseguró.