Durante su despedida como embajador de España ante la República Bolivariana de Venezuela

Antonio Pérez-Hernández: “Venezuela es un país amigo, hermano y muy cercano”

Antonio Pérez-Hernández y Torra, hasta ahora embajador de España en Venezuela, celebró una recepción oficial para despedirse de sus colegas del Cuerpo Diplomático, autoridades locales, representantes de los medios de comunicación, así como un sinfín de amigos que cultivó durante los casi cinco años de estancia en el país caribeño.

Antonio Pérez-Hernández: “Venezuela es un país amigo, hermano y muy cercano”
DESPEDIDA EMBAJADOR TORRA 2017 00
Mario Isea Bohórquez, embajador de Venezuela en España; María Victoria Vilar Mendoza, Antonio Pérez-Hernández y Torra; Iván Gil, viceministro del Poder Popular para Europa, y Javier García Fernández, delegado de la Agencia EFE.

Antonio Pérez-Hernández y Torra, hasta ahora embajador del Reino de España acreditado ante la República Bolivariana de Venezuela, celebró, la noche del jueves 16 de marzo, una recepción oficial en su residencia oficial, sita en la caraqueña urbanización del Country Club, para despedirse de sus colegas del Cuerpo Diplomático, autoridades locales, representantes de los medios de comunicación, así como un sinfín de amigos que cultivó durante los casi cinco años de estancia en el país caribeño.
Durante la recepción, Pérez-Hernández y Torra estuvo acompañado de su pareja, María Victoria Vilar Mendoza, quienes dieron la bienvenida a los cerca de doscientos asistentes al ágape.
En la recepción de despedida, también estuvieron presentes el viceministro para Europa del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores (MPPRE), Iván Gil; el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Andrés Borges Cunyent; el nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano, embajador de la Santa Sede y decano del Cuerpo Diplomático; el embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante el Reino de España, Mario Ricardo Isea Bohórquez, representantes de otros países europeos, de Iberoamérica, de Norteamérica, de Asia y de África; funcionarios de la legación diplomática y consular española; representantes de las asociaciones, centros, fundaciones y federaciones españolas con sede en Caracas, personalidades vinculadas al gremio empresarial, político, cultural y de medios de comunicación españoles y venezolanos; así como representantes de la Cámara Venezolano Española de Industria y Comercio (Cavespa).
Sobre su parecer acerca de Venezuela, Antonio Pérez-Hernández y Torra aseguró que “estando en Venezuela no es una despedida, porque uno nunca se va de Venezuela para siempre (…) Después de casi cinco años en Venezuela debo admitir que tengo un profundo afecto por este país, como nos pasa a todos los españoles, digo que no hay nada más venezolano que los españoles que residimos aquí, porque es un país amigo, hermano y muy cercano”, destacó.
El embajador reconoció que “después de todo este tiempo he aprendido muchas cosas de Venezuela, los extranjeros, o como dicen aquí los ‘musiús’, siempre dicen qué bonito es el país y qué simpática la gente, pero mis sentimientos van mucho más allá, el venezolano tiene valores que se están perdiendo en otros países, los españoles también tenemos que aprender mucho de este país, primero los buenos modales, porque no hay una conversación en este país que no vaya precedida por una salutación cariñosa, amable… Los valores hacen la vida más grata, alguien decía que Venezuela no es solo un país sino un estado de ánimo, y esa forma de ser la extrañaré, y me llevaré esa lección bien aprendida”.
En cuanto a la atención, Pérez-Hernández subrayó que “los venezolanos son muy hospitalarios, no conozco ni uno solo que no lo sea, y los españoles estamos especialmente agradecidos, hemos adquirido una gran deuda de gratitud con este país que ha acogido a miles de compatriotas muy generosamente, han hecho una vida mejor y han sabido integrarse como nadie, esa deuda espero que la podamos devolver”.
En cuanto a la solidaridad, “el venezolano es profundamente solidario, ya empieza a haber países ‘muy fríos’ donde el prójimo es una persona ajena donde los problemas de los demás no importan, y en Venezuela eso no sucede, se ve día a día en la calle, nadie es ajeno a nadie, donde los problemas importan, y mi experiencia no ha podido ser mejor, todos estos valores que he aprendido a admirar si se pudieran meter en un barril y exportar seriáis más ricos que con el petróleo”, afirmó el embajador.  
“Os deseo de corazón todo lo mejor, nos vamos con mucha pena, pero como dijo MacArthur ‘volveremos’. (…) Quiero mucho a este país, le deseo lo mismo que para nosotros: paz, libertad y prosperidad, que la condición de venezolano no solo se adquiere por nacimiento, filiación, sino con afecto, y en este sentido yo me siento muy venezolano”, concluyó Antonio Pérez-Hernández y Torra.
Acto seguido, monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico y decano del Cuerpo Diplomático, agradeció al embajador y su pareja “su amistad. Pensé una vez que si escribiéramos juntos una novela sobre nuestra experiencia, aquí en Venezuela, se titularía el diálogo y lo que implica”. Asimismo, el religioso hizo entrega de una foto del embajador con todos sus compañeros del Cuerpo Diplomático en las escalinatas de la Nunciatura Apostólica en Caracas, agregando: “Gracias por el trecho de camino vivido juntos, y por su extraordinaria amistad y simpatía, y que la bendición les acompañe en la continuación del camino de la vida, hasta pronto”.
Asimismo, los integrantes de la Misión Diplomática y Consular española acreditada en el país hicieron entrega de un obsequio al embajador, dedicándole unas palabras el ministro consejero de la Embajada, José Hornero Gómez, quien catalogó a Antonio Pérez-Hernández como “buen profesional, amigo, un hombre optimista y cercano”. 
La recepción culminó horas más tarde, y al despedirse cada invitado deseó parabienes al embajador y a su pareja. 


Semblanza de Antonio Pérez-Hernández y Torra 
El Consejo de Ministros reunido el 20 de abril de 2012 en el Palacio de la Moncloa en Madrid, designó a Antonio Pérez-Hernández y Torra, como nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario del Reino de España acreditado ante la República Bolivariana de Venezuela, en sustitución de Juan Ramón Serrat Cuenca-Romero.
Antonio Pérez-Hernández y Torra nació en Madrid, el 8 de junio de 1955. Es licenciado en Derecho e ingresó en 1981 en la Carrera Diplomática. 
Ha estado destinado en las representaciones diplomáticas españolas en Turquía, Consejo del Atlántico Norte y Marruecos. En 1996 fue nombrado subdirector general de Asuntos Internacionales de Seguridad y, posteriormente, director del Gabinete del Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica. 
En el año 2000 fue nombrado director general del Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, Mediterráneo y Países en Desarrollo, y director general de Cooperación con África, Asia y Europa Oriental. Desde agosto de 2004 hasta febrero de 2008, fue embajador de España en Irán, y desde febrero de 2008 a junio de 2011 ocupó el cargo de embajador de España en Nicaragua. En agosto de ese mismo año fue nombrado embajador en Misión Especial para Asuntos Energéticos. (Acuerdo del Consejo de Ministros de 26 de agosto de 2011). En seguida, asumirá la jefatura de la Dirección General para Iberoamérica en el MAEC (Madrid).


Sucesor
El Consejo de Ministros, del pasado viernes 10 de marzo, nombró, a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC), a Jesús Silva Fernández, como nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario del Reino de España ante la República Bolivariana de Venezuela y, por tanto, sucesor de Antonio Pérez-Hernández.
Jesús Silva Fernández, nuevo embajador ante la República Bolivariana de Venezuela, nació el 14 de abril de 1962 en Sevilla (Andalucía), es licenciado en Derecho e ingresó en 1990 en la Carrera Diplomática. Ha sido consejero técnico en la Jefatura de Protocolo de Presidencia del Gobierno, cónsul general en Rosario (Argentina), consejero cultural en la Embajada Berlín (Alemania) y director del Gabinete de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica. En 2001 fue nombrado director general de Relaciones Culturales y Científicas, en 2005 pasó a ocupar el puesto de embajador en Jamaica y en 2010, el de embajador en la República de Panamá. Ha sido presidente de la Sociedad Mercantil Estatal Ineco.