Tribuna Abierta de Ángel Capellán

400.000 emigrantes españoles: Adecco y la prensa se equivocan

¡Sí! Los artículos que han publicado numerosos periódicos nacionales muestran el desconocimiento profundo que los medios de comunicación tienen de la España Exterior, la también llamada emigración española. “Casi 400.000 españoles han emigrado desde el comienzo de la crisis”. Ese es el gran rotular que han difundido por todos los ámbitos (basado tan solo en un informe de ADECCO).
400.000 emigrantes españoles: Adecco y la prensa se equivocan
Ángel Capellán.
Ángel Capellán.

¡Sí! Los artículos que han publicado numerosos periódicos nacionales muestran el desconocimiento profundo que los medios de comunicación tienen de la España Exterior, la también llamada emigración española. “Casi 400.000 españoles han emigrado desde el comienzo de la crisis”. Ese es el gran rotular que han difundido por todos los ámbitos (basado tan solo en un informe de ADECCO).

Esta afirmación es simplemente errónea y crea una impresión falsa. Por el contrario, esconde una realidad compleja que nadie parece molestarse en analizar seriamente y que no responde a esos rotulares.

No, no han emigrado 400 mil españoles en cuatro años. Es el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) el que, según las cifras del INE, ha crecido en 400 mil ciudadanos españoles en el exterior. ¿Cómo se explica?

En manera alguna pretendo negar el fenómeno emigratorio creciente que observamos en España en los últimos años, y aún más, diré también que éste viene impulsado por las trágicas tasas de desempleo juvenil. Los que vivimos en el exterior (el que escribe hace ya 44 años) y conocemos la realidad española que nos rodea vemos sus resultados día a día. El martes pasado (5 de febrero) me unía a un grupo de españoles en La Nacional, el centro español más antiguo de Nueva York. Casi todos entre los 25 y 40 años y todos ellos con carreras y titulaciones brillantísimas. Casi todos están en búsqueda de contratos de trabajo o los tienen aunque no exactamente lo que buscaban o esperaban. Buena parte de ellos son recién llegados. Ejemplos vivos como éste abundan. 

Pero pasemos a la guerra de las cifras. Ni Adecco ni los periodistas que escriben los artículos mencionados se han molestado en analizar los datos seriamente. Y es precisamente el INE el que sí ofrece información detallada desglosando las estadísticas globales.

Para quienes se preocupan de realizar un análisis responsable, la estadística anual del INE detalla cuantías precisas por país donde residen los españoles para los siguientes apartados: Altas por cambio de país, por omisión, por pasar de menor a mayor de edad, y por pasar del CER al CERA. Igualmente ofrece datos sobre bajas por cambio de país, por defunción, por inclusión indebida, por duplicado, y por pasar del CERA al CER. Las cifras globales para 2012 sí que muestran un crecimiento de casi 100 mil españoles más. Pero en manera alguna se puede concluir que todos ellos hayan salido de España al exterior.

Veamos esos factores internos. Las ‘altas por cambio de país’ (4.760) pueden deberse no sólo a una migración de España al exterior, sino de cualquier país a cualquier otro. Las ‘altas por omisión’ (68.791) se deben a la actualización de datos de españoles ya residentes en el extranjero que no estaban inscritos en el CERA y ahora lo han hecho. Las ‘altas por pasar de menor a elector’ (18.980) incluyen a españoles ya residentes fuera de España, obviamente jóvenes. La segunda cifra más importante (42.003) son los que han pasado del CER (censo de España) al CERA (el de emigrantes). Y esta es la que necesitaría una interpretación a fondo. Tampoco quiere decir que todos ellos hayan salido de España este año. Seguro que muchos de ellos finalmente se inscribieron en el CERA después de años que aunque, residentes en el exterior, seguían inscritos en el CER. El total de todas las altas muestra un crecimiento del CERA de 134.534 españoles, sin contar las bajas. Pero no sabemos ni con aproximación cuántos de ellos salieron de España como emigrantes este año. Ahora sí, el total de altas por omisión y las del paso a mayores de edad suman 87.771, que en manera alguna salieron de España.

Entre las bajas, la cifra más sobresaliente es la de quienes pasaron del CERA al CER es decir del censo de residentes en el exterior al de España. Supuestamente serían los que volvieron del extranjero a residir en España de nuevo. Esta cifra incluiría también a españoles jóvenes que tras de una estancia relativamente breve buscando trabajo se desanimaron y volvieron de nuevo a España.

Además, nadie puede ignorar que muchos españoles salen fuera de España y no se inscriben durante años, o incluso nunca, en los consulados y menos aún en el CERA. No es fácil calcular cuántos pero existen y no son pocos. Y muchos de los que ahora salen al exterior se cuentan en este grupo. Un colectivo que no aparece en las estadísticas.

Hay también otro factor de suma importancia que afecta a los datos de crecimiento del CERA (el censo exterior). Son los españoles que llevan ya una década acogiéndose a la Ley de Modificación del Código Civil en Materia de Nacionalidad (2002), que el Consejo General de la Emigración impulsó con fuerza en el Parlamento. Debido a este cambio, son cientos de miles los que han recuperado su nacionalidad española tras haberla perdido, residiendo en el exterior. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha rehusado proporcionar estos datos al Consejo General durante todos estos años, aunque se le han pedido insistentemente.

Todavía más importantes son las solicitudes de adquisición de nacionalidad española que se han acogido a la “Disposición adicional sexta” de la llamada Ley de la Memoria Histórica (2007). Vigente desde 2008 al 2011, más de 500.000 descendientes de españoles presentaron su solicitud. Cerca del 80% de esas peticiones se están declarando válidas. Este proceso está afectando de manera muy significativa el crecimiento del CERA y contribuyendo a esos totales de españoles que no necesariamente han salido de España en estos años pero sí pasan a engrosar sus filas. Pasarán varios años hasta que se den curso a todas estas peticiones de nacionalidad.

Ejemplo elocuente de lo que está ocurriendo, sin que ni siquiera vayamos a la Argentina, Cuba o Venezuela, con cifras muy superiores, es la Demarcación Consular de Miami. Hace tan solo siete años tenía unos once mil españoles. Hoy su censo se ha puesto ya en 20.500, sobrepasando con creces al de Nueva York. Y hay además unas 20.000 solicitudes de nacionalidad acogidas a la ley mencionada.

Que nadie se deje llevar a error. Mucho se ha cacareado que quienes se han acogido a dicha ley son “nietos” de españoles exiliados de la Guerra Civil. Aunque este colectivo es significativo (unas cuantas decenas de miles), el número abrumador de solicitudes corresponde a la segunda generación: Los hijos de españoles que habiendo nacido en el exterior, no nacieron como españoles pues sus padres ya no tenían la nacionalidad española. Este colectivo había quedado injustamente excluido de la mencionada Modificación del Código Civil de 2002. Al ofrecerse esta oportunidad se han acogido a ella, diríamos, en masa.

Todos estos españoles que han recuperado o adquirido la nacionalidad española en los cuatro últimos años forman también parte de esa ya famosa cifra de “400 mil españoles” que supuestamente han salido de España en busca de mejores oportunidades. Como vemos, no es tal.

Hay conclusiones bien claras e incuestionables. Nadie nos dice con exactitud, ni siquiera con aproximación, cuántos españoles han dejado España para residir en el extranjero ni este año  ni en los últimos cuatro años. Por ello las conclusiones de la prensa nacional son simplemente irresponsables pues nadie parece haberse molestado en hacer el análisis necesario. Pero sí es incuestionable que en cuatro años hay 400 mil españoles más en el censo de emigrantes. A este ritmo de crecimiento, en breve, nuestro colectivo pasará de los dos millones de españoles con derecho a voto. ¿Cuándo se despertará España plenamente a esta realidad?

Merece justo reconocimiento decir que los tres periódicos gallegos llamados de la emigración (Galicia en el Mundo, España Exterior y La Región Internacional) son quienes por lo general hacen un análisis más acertado en estos temas como lo han hecho también esta vez.

Ángel Capellán Gonzalo, consejero por los EE UU, consejo general de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE).