SEGúN UNA ENCUESTA ENTRE 2.000 EMIGRANTES REALIZADA POR MAREA GRANATE

El 37% de los electores en el exterior no pudieron votar por problemas en la recepción de las papeletas

El retraso en la llegada de las papeletas o que llegaron incompletas fue el principal motivo por el que los españoles en el exterior no pudieron votar en las pasadas elecciones generales, según una encuesta realizada por Marea Granate y que fue contestada por más de 2.000 emigrantes.

El 37% de los electores en el exterior no pudieron votar por problemas en la recepción de las papeletas

El retraso en la llegada de las papeletas o que llegaron incompletas fue el principal motivo por el que los españoles en el exterior no pudieron votar en las pasadas elecciones generales, según una encuesta realizada por Marea Granate y que fue contestada por más de 2.000 emigrantes.

A este 36,9% que no pudieron votar porque las papeletas no llegaron a tiempo o llegaron incompletas se suma un 29,6% que tuvieron problemas en el registro consular (pérdida de derechos, distancia y horarios, entre otros) y un 15,2% que dijo desconocer el procedimiento de voto por la falta de información.

Los resultados de la encuesta también recogen que el 5,7% no votó por problemas de plazos, el 3,8% por errores no subsanados en el censo, el 3,2% por problemas en el ruego, el 2,4% por abuso consular y el 2,2% por información incorrecta.

Desde Marea Granate, plataforma ciudadana que defiende la supresión del voto rogado, se asegura que en las elecciones del pasado mes de diciembre se alcanzó “un mínimo histórico de participación de la emigración desde que se contabiliza, en unos comicios generales en los que sólo un 4,7% del censo exterior pudo ejercer su derecho al voto”. Esto, según recuerdan, “se produce en el contexto de salida masiva de españoles, que ha hecho aumentar el censo exterior un 48% desde que comenzó la mal llamada crisis”.

Además de la implantación del voto rogado, Marea Granate asegura que la baja participación ha sido debido a las irregularidades que se han producido en este proceso electoral como el cierre del censo el día 31 de julio, casi cinco meses antes de la cita electoral y sin aviso previo; la falta de mecanismos de inscripciones consulares a distancia; los impedimentos de registro consular como residente temporal; los censos electorales no actualizados; los impedimentos en las rectificaciones del censo a distancia; problemas en la sede del INE y número de fax de las delegaciones provinciales del censo; falta de medios en los consulados; falta de información en los consulados y en mesas electorales en España; sobres con papeletas incompletas; opacidad en los resultados y procedimientos del voto exterior; problemas con los reembolsos de los importes del voto; ausencia institucional a las numerosas reclamaciones y escritos; y negación continua de la Junta Electoral Central a la ampliación de plazos, a pesar de las impugnaciones de candidaturas en varias provincias con el consiguiente retraso en el envío de papeletas. Desde Marea Granate también se explica que la decisión de abrir los consulados durante los días 19 y 20 de diciembre fue una “medida absurda” puesto que la mayoría de los emigrantes no habían recibido las papeletas.

Desde la Plataforma se pide que se lleva a cabo una reforma electoral que garantice el voto de los emigrantes tenga unos plazos adecuados para los envíos de papeletas y sistemas alternativos para mejorar dichos envíos. Además, explican, hay que llevar a cabo una reforma de la administración exterior que garantice que los trámites sean eficientes la información esté disponible y haya recursos suficientes.

También solicitan que la emigración tenga un mayor peso político para poder luchar contra el recorte de derechos básicos a que está siendo sometida.

El documento de esta plataforma ciudadana concluye que es urgente llevar a cabo una reforma electoral “justa y garantista, que evite las irregularidades de antaño, mayoritariamente cometidas por los partidos” y que se haga de manera “transparente y consultando con la sociedad civil que sufre la problemática”. “Urge –concluye– establecer, de una vez, la democracia en el exterior y hacer cumplir derechos civiles básicos recogidos en la Constitución y en el Estatuto de la Ciudadanía en el Exterior”.