El Centro Zamorano de Buenos Aires, en su 89º aniversario, instaura el Premio Viriato

 El Centro Zamorano de Buenos Aires celebró su 89º aniversario con un almuerzo que congregó en su sede a más de 200 invitados y fue marco para la entrega del Premio Viriato 2012.

Esta distinción, que la asociación entregó este año por primera vez, se propone rendir un homenaje a aquellos zamoranos que sobresalen por su valía personal y su trayectoria en favor de la institución y sus compatriotas.

En esta ocasión, y por decisión unánime de la Comisión Directiva del Centro, la  distinción fue para Rubén Gallego, “una persona que a lo largo de toda su vida trabajó para la institución integrando diversas comisiones directivas; en las que desempeñó las más diversas tareas”, explicó la presidenta del Centro Zamorano, Florencia Calvo. Gallego llegó a la institución hace más de cinco décadas, de la mano de su padre, cuando todavía era un niño, y hoy concurre junto a sus hijos y sus nietos. Además, fue uno de los fundadores del cuerpo de bailes de la institución y “fundamentalmente –apuntó Calvo– es una persona que sabemos que cuando el Centro lo necesita está”.

La dirigente agradeció, asimismo, las gestiones del diputado José Luis Bermúdez, que fue quien les hizo llegar desde España la estatuilla con la figura de Viriato, el caudillo lusitano que lideró la resistencia frente a la invasión romana.

Entre otros, estuvieron presentes en el acto, acompañando a los zamoranos de Argentina, el cónsul de España en Buenos Aires, Marco Rodríguez; la presidenta del CRE Buenos Aires, María Michelón; la presidenta del Hospital Español de Buenos Aires, doctora Elma Espisúa, que concurrió con el responsable del área pediátrica, doctor Arnoldo Grossman; los presidentes del Centro Galicia, José Vila; de Salamanca, Joaquín Rebollo; del Centro Región Leonesa, Cándido Vidales; del Centro Soriano, Roberto Vega; y de Palencia, María del Carmen Andrés.

Los cantantes Ricardo González y Silvia Cabrio, junto al cuerpo de bailes de la institución, dirigido por la profesora Silvina Sandes, animaron este banquete tradicional que finalizó con un baile familiar.

Esta celebración conmemora la reunión de un grupo de amigos coprovincianos que en su día reunieron fondos para dar sepultura a un sanabrés, oriundo del pueblo de Murias, de muy escasos recursos, fallecido a comienzos de 1923, sembrando el germen del actual Centro Zamorano.