Natural del pueblo de Ilanes, comarca de Sanabria, llegó a Argentina en 1957

El Centro Zamorano de Buenos Aires agasajó a Petra San Román, en su cumpleaños número cien

El Centro Zamorano de Buenos Aires agasajó a Petra San Román, en su cumpleaños número cien. Durante la celebración, que tuvo lugar en la sede del Club, el vicepresidente de la institución, Néstor Seijas, y su esposa le entregaron unos presentes, en nombre de la asociación. Entre ellos, un ejemplar de ‘Memorias de un sueño’, un ramo de rosas y una medalla recordatoria.

El Centro Zamorano de Buenos Aires agasajó a Petra San Román, en su cumpleaños número cien
Centro Zamorano BBAA-Petra Seijas y esposa 2
Néstor Seijas y su esposa brindan con Petra.

El Centro Zamorano de Buenos Aires agasajó a Petra San Román, en su cumpleaños número cien. Durante la celebración, que tuvo lugar en la sede del Club, el vicepresidente de la institución, Néstor Seijas, y su esposa le entregaron unos presentes, en nombre de la asociación. Entre ellos, un ejemplar de ‘Memorias de un sueño’, un libro editado por la Junta de Castilla y León que indaga sobre la emigración castellana y leonesa en la Argentina; un ramo de rosas y una medalla recordatoria.

Un conjunto de gaiteros, dirigido por el maestro Daniel Pazos, animó la fiesta, que Petra compartió junto a su familia y amigos del Centro Zamorano.

Petra San Román nació el 20 de junio de 1917 en el pueblo de Ilanes, comarca de Sanabria. Tuvo tres hermanos, dos hombres y una mujer. Su hermana falleció en el pueblo a la edad de 105 años, y sus hermanos emigraron: uno a Bilbao y otro a Buenos Aires. Ambos eran abogados. El que emigró a Buenos Aires lo hizo antes de que estallara la guerra civil, mientras estudiaba para sacerdote. Aquí se recibió de abogado, se casó y tuvo dos hijas. Lamentablemente enviudó y al quedarse solo con sus hijas, requirió a Petra que viniera a Argentina para que lo ayudara a cuidarlas.

Petra llegó a Buenos Aires el 3 de abril de 1957. Aquí se encontró con Pedro Sánchez, un paisano de su pueblo a quien conocía de pequeña y se casaron, sin tener hijos. Pedro tenía, junto con sus hermanos, una confitería de prestigio en el señorial barrio de Recoleta, pero debido a los avatares económicos tuvieron que cerrar en 1975.

Petra y Pedro fueron concurrentes asiduos al Centro Zamorano donde participaban de sus actividades y fiestas junto a tantos otros paisanos sanabreses y zamoranos en general.

Pedro se dedicó al corretaje de productos alimenticios y falleció en 1983.

Cuando su familia se acercó al Centro Zamorano para celebrar allí el cumpleaños número cien de Petra, la Comisión Directiva decidió, por unanimidad, ceder sus instalaciones para que pudieran disfrutar de este festejo familiares y amigos.