El 83% de los jóvenes canarios están dispuestos a salir al exterior para obtener un empleo

El 83% de los jóvenes canarios está dispuesto a cambiar su lugar de residencia por obtener un empleo o continuar con sus estudios, cuando en 2007 esta opción solo la contemplaba el 25%, según datos de la ‘Encuesta de Jóvenes de Canarias 2012’ realizada por la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno de Canarias.

El 83% de los jóvenes canarios están dispuestos a salir al exterior para obtener un empleo

El 83% de los jóvenes canarios está dispuesto a cambiar su lugar de residencia por obtener un empleo o continuar con sus estudios, cuando en 2007 esta opción solo la contemplaba el 25%, según datos de la ‘Encuesta de Jóvenes de Canarias 2012’ realizada por la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno de Canarias.
El consejero regional, Francisco Hernández Spínola, acompañado del director general de Relaciones Institucionales, Participación Ciudadana y Juventud, Teófilo González, destacó que la movilidad es una “alternativa” para afrontar la crisis económica, pero no ha ocultado que la situación de la juventud canaria es “alarmante”.
La encuesta se realizó durante los meses de septiembre y octubre del año pasado entre más de 1.100 jóvenes de ambos sexos y residentes en Canarias. El estudio, estructurado en doce bloques temáticos, analiza diversos aspectos como la emancipación económica, el nivel de formación o la vida en familia.
Spínola detalló, por ejemplo, que el 26,5 por ciento de los jóvenes que se habían emancipado ha vuelto al hogar familiar, y cuatro de cada diez jóvenes de entre 25 y 30 años aún vive con sus padres.
Otra de las conclusiones de la encuesta, comentó Spínola, es la “vuelta a las aulas”, ya que se ha pasado de un 66,5 por ciento en 2010 a un 71,8 por ciento dos años después, al mismo tiempo que el abandono escolar ha pasado del 34 al 29,3 por ciento.
Asimismo, el 61,7 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 30 años vive de los ingresos de otras personas, y se alcanza la independencia económica, de media, a los 27 años, cuando dos años antes era a los 26.