La entidad nace para difundir el folclore y para atender a los palmeros en situación de necesidad

La Alianza Palmera de Venezuela festeja su refundación en un acto en Maracay

El pasado sábado en Maracay (estado Aragua) tuvo lugar el acto de refundación de la Alianza Palmera de Venezuela, entidad creada en 1992 por Armengol Abreu y que resurge en este momento histórico con el fin de ubicar a los palmeros que están atravesando por situaciones de dificultad, debido a las condiciones políticas y económicas del país.

La Alianza Palmera de Venezuela festeja su refundación en un acto en Maracay

El pasado sábado en Maracay (estado Aragua) tuvo lugar el acto de refundación de la Alianza Palmera de Venezuela, entidad creada en 1992 por Armengol Abreu y que resurge en este momento histórico con el fin de ubicar a los palmeros que están atravesando por situaciones de dificultad, debido a las condiciones políticas y económicas del país. El director general de Emigración del Gobierno de Canarias, José Téllez, tenía previsto asistir a este importante acto.

Entre los cometidos de la Alianza Palmera figura también la difusión del folclore y la cultura tradicional canaria en Venezuela, país que acogió a la primera comunidad palmera de emigrantes, según Robert Concepción Camacho, presidente de la entidad, cuya junta directiva se presentó el sábado durante un acto que tuvo lugar en el Hogar Hispano de Maracay. 

Además de Camacho, la junta la integran Jaime Rodríguez, quien fue elegido vicepresidente; Josmar Peláez, secretaria general; e Ysaura Rodríguez, Jazmín Verde, Jesús Cruz, Eduardo Rodríguez e Inmaculada Abreu, que se ocuparán de las distintas direcciones de área.

La comunidad palmera en Venezuela, eminentemente agrícola y ganadera, se instaló desde sus inicios en el interior del país donde desarrolló una intensa actividad. Sin embargo, la crisis política y económica que vive la República Bolivariana que preside Nicolás Maduro está provocando situaciones de alarma entre la población, cada vez más necesitada de ayuda exterior y demandante de atención en cuestiones básicas y perentorias.

Con la refundación de la Alianza, de lo que se trata, según Camacho, es de “aglutinar” y “brindarles una atención y una calidad de vida mayor” a aquellos a los que, por unas u otras razones, “la suerte no les ha acompañado” en los últimos años. Porque los palmeros en Venezuela no tienen “intención de irse del país”, “tienen mucho que dar”, asegura Camacho. 

Desde que tiene uso de razón, este joven de 35 años y de origen palmero se ha sentido vinculado al lugar de procedencia de sus padres, oriundos de Breña Alta, en el este de la isla de La Palma. Al igual que ellos, junto con su hermano mayor, se ha dedicado a la producción agrícola y pecuaria y hoy en día son propietarios de la hacienda que creó su padre, ya fallecido.

Atendiendo al cariño hacia su tierra que le inculcaron sus padres, el presidente de Alianza Palmera reconoce que viaja cada año a Canarias con su madre, algo que tienen por costumbre, al igual que otros originarios de las islas con posibilidades económicas para desplazarse. Sin embargo, para aquellos con menores recursos, nace de nuevo la Alianza con la intención de proporcionarles actividades lúdicas y culturales que, a pesar de la distancia, les acerquen un poco más a sus raíces. Incluso pensando en los jóvenes, para que consigan vincularse cada vez más a la tierra de sus antepasados.

“Nos educaron con el sentimiento de carencia de la tierra; nos educaron escuchando folías e isas” y es por eso que la vinculación con Canarias “está muy arraigada acá”, confiesa Camacho. De ahí que se hayan propuesto resucitar esta entidad, que funcionará como una fundación privada, y para la que esperan contar en breve con una sede propia.