Asegura que gobernará con “ventanas abiertas” y “luces largas” para orientar a Andalucía hacia un horizonte mejor

Susana Díaz se convierte en la primera mujer que preside la Junta de Andalucía

Susana Díaz se convirtió este sábado, día 7, en la primera mujer que preside la Junta de Andalucia, y ha asegurado en su discurso de toma de posesión que quiere “gobernar con las ventanas abiertas para oír lo que dice la calle” y con “luces largas para orientar a Andalucía hacia un horizonte mejor que el presente”.

Susana Díaz se convierte en la primera mujer que preside la Junta de Andalucía
Susana Díaz, durante la toma de posesión como presidenta de la Junta.

Susana Díaz se convirtió este sábado, día 7, en la primera mujer que preside la Junta de Andalucia, y ha asegurado en su discurso de toma de posesión que quiere “gobernar con las ventanas abiertas para oír lo que dice la calle” y con “luces largas para orientar a Andalucía hacia un horizonte mejor que el presente”.

Susana Díaz Pacheco fue investida presidenta de la Junta de Andalucía, el pasado jueves, por mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, con el apoyo de 58 votos de PSOE-A e IULV-CA, 48 en contra y ninguna abstención.

En el acto de toma de posesión, celebrado en el Parlamento de Andalucía, también ha ofrecido “gobernar con humildad, para escuchar a todos, incluso a los adversarios políticos” y ha manifestado su voluntad para “gobernar con respeto a nuestro pueblo”.

Asimismo, ha trasladado “a todos los andaluces” su esfuerzo “para merecer la confianza que me han dado y para ganarme la de aquellos que no lo han hecho”. En este sentido, ha apuntado que es “su obligación y deseo gobernar para todos los andaluces y andaluzas y que tiene la oportunidad de buscar aquello que nos une, en lugar de aquello que nos divide”, al tiempo que ha destacado el “importante papel” que Andalucía tiene que jugar en estos momentos en el contexto de España.

En su intervención, la presidenta se ha referido a los “muchos problemas” que afectan a la Comunidad, “que angustian a padres e hijos, que ven cómo sus nietos no van a vivir como han vivido ellos” y ha recordado a aquellos que “han perdido su trabajo o su casa” y a los jóvenes que ven con “incertidumbre el futuro”. Sin embargo, se ha mostrado esperanzada porque “Andalucía es una tierra firme, fuerte, que quiero que mire a un futuro que debe ser mejor que el presente que estamos atravesando”.

En este sentido, ha tenido unas palabras de reconocimiento para la juventud de la Comunidad, “unos hombres y mujeres tolerantes y comprometidos con nuestra tierra” y también hacia los “mayores que protagonizaron el pasado y que ahora merecen el mayor de los esfuerzos de los que hoy tenemos la responsabilidad de dirigir el presente”.

La presidenta andaluza ha ofrecido su “cercanía” a la gente y ha señalado que va a “oír a todos y reconocer mis errores cuando los cometa”. Del mismo modo, ha indicado que va a estar cerca del “tejido productivo, la universidad, la cultura, los trabajadores y los estudiantes, debatiendo, aceptando los reproches y buscando soluciones”.

Crear empleo y mantener conquistas sociales

En su declaración de intenciones, ha subrayado que se “va a dejar la piel para ayudar a que se cree empleo, ésa es nuestra prioridad y en eso tenemos que centrar nuestro esfuerzo, pero también para mantener las conquistas sociales”. También ha recordado a Blas Infante, “cuyo sacrificio y el de otros hombres y mujeres” le va a servir “para coger fuerzas de cara al futuro”.

Sus últimas palabras han sido de agradecimiento a su familia, amigos, compañeros de partido, trabajadores del Parlamento y de la Junta de Andalucía. A todos ellos, les ha señalado su “mayor deseo”: “Voy a comprometerme en recuperar el prestigio de la política, que los ciudadanos nos miren y se encuentren identificados, que estén seguros de que los hombres y mujeres que les representamos estamos dando lo mejor de nosotros mismos para mejorar su calidad de vida” y ha pedido a todos los grupos políticos “que le acompañen en este empeño”.